miércoles, 30 de mayo de 2012

La paradoja de la Clonación Humana

Hace poco leí en una revista que todos tenemos un clon en alguna parte del mundo. Obviamente ese “clon” no es tal, sino otra persona muy parecida físicamente a cada uno de nosotros, tanto así que parecemos dos gotas de agua. La razón es netamente probabilística dada la población mundial. Para quienes no tenemos hermanos gemelos idénticos eso sería una gran novedad, el que vayas caminando un día por la calle y de súbito te encuentres con alguien con características físicas sorprendentemente similares a las tuyas. A mí nunca me ha sucedido, y estoy seguro que a muchos de Uds. tampoco; por lo que pongo en el cesto de los mitos esa idea. Aún así, me he preguntado ¿cómo sería mi reacción si me lo encontrara repentinamente de frente? Hay una extraña fascinación en ello que algún día descubriré, aunque pienso que tiene mucho que ver con algo de vanidad.


Hablar de clonación abarca distintos ámbitos, pero antes es importante recordar su definición. “Clonación: hacer clones; Clon: conjunto de células u organismos genéticamente idénticos, originado por reproducción asexual a partir de una única célula u organismo o por división artificial de estados embrionarios iniciales” (RAE).  Es así como la clonación es aplicable a prácticamente todos los seres vivos o no, tanto del reino vegetal como animal. Dentro de este último se han realizado experimentos con cierto éxito al manipular genéticamente embriones para reproducir animales en peligro de extinción, lo mismo se piensa hacer con animales ya extintos. Algunos experimentos de clonación se han paseado por la replicación de tejidos humanos a partir de células madre, hasta finalmente llegar a la posibilidad de clonar a un ser humano completo. Y no se trata de ciencia ficción, ya se han realizado investigaciones al respecto, y aunque se ha avanzado mucho no se ha perfeccionado esta técnica aún, ni siquiera en animales. Pero es el mismo hombre, en nombre de la ética, quien ha decidido no seguir adelante con este desarrollo.

El detalle con la intervención de la ética y la moral en este asunto es que no siempre está libre de prejuicios dogmáticos, y como ya se sabe que la religión y la ciencia van por caminos opuestos es obvio que los líderes religiosos quieran meter sus narices en ello. Para algunos la clonación significa retar a la naturaleza, otros aseveran que el hombre estaría “jugando a ser dios”, por lo tanto se considera una aberración ponerse a nivel del “creador”, ya que sólo éste es capaz de dar y quitar vida. Pero, si dios concibió al ser humano con la inteligencia necesaria para generar vida y crear duplicados de él mismo ¿por qué habría de limitarle su capacidad creadora si esta forma parte de la creación de ese mismo dios?

Evidentemente, la argumentación anterior carece de toda base científica, inclusive ética, ya que es indudable que el hombre está dotado para crear vida por distintos medios, con o sin el consentimiento de dios. Pero no todos los argumentos en contra de la clonación humana se basan en esas irracionales posiciones, sino que tocan aspectos más filosóficos y realistas, tales como: ¿qué ganaría la humanidad creando clones de otros seres humanos?, ¿estaría en peligro la reproducción tradicional por el advenimiento de estas técnicas de perfeccionamiento humano?, y desde un punto de vista hedonista ¿qué tipo de necesidad personal satisfaría teniendo un clon de mí mismo? Supongamos que el hombre lograra desarrollar un clon humano, ¿qué pasaría con la sustancia espiritual e inmortal de ese clon?, ¿tendría alma y pensamientos propios? Particularmente pienso que un clon tendría vida propia y desarrollaría sus propias creencias, ya que tendría que convivir en el mundo desde su niñez, al menos que se le mantenga fuera del alcance de la sociedad y del contacto con otras personas. Por otra parte, dudo que la clonación humana conlleve a tener una mente única comandando dos cuerpos, eso sería realmente absurdo. Pero si se creara un cuerpo idénticamente a otro a través de la clonación éste también debería tener alma propia. La otra posibilidad es que no tenga alma alguna y se convierta en un ser totalmente inanimado pero con todas sus funciones corporales en perfecto estado. Esto último queda descartado, ya que la clonación en animales demostró que es posible generar vida animada ¿Es tan soberbio el ser humano al considerar que la existencia del alma le es exclusiva? Si el alma es la esencia que permite la vida, ¿por qué se le atribuye sólo a los seres vivos con inteligencia superior? La verdad me cuesta creer que mi adorada perrita no tenga alma.

El avance de la ciencia va de la mano con la evolución del hombre, si detuviéramos ese avance ¿estaríamos coartando nuestra misma evolución? Tampoco se puede obviar que ese desarrollo evolutivo puede devenir en la misma autodestrucción si no se canaliza correctamente, de ello hay infinidad de evidencias con que demostrarlo. Entonces, ¿será que la autodestrucción forma parte de la evolución humana? En la medida que evolucionamos vamos descubriendo nuestra infinita capacidad de creación, así como de destrucción. Imaginemos un mundo futuro donde a ciertos humanos al nacer se le creen clones “mejorados” de ellos mismos que crezcan a la par pero confinados a un laboratorio, y que estos sean los donantes en vida de los órganos que eventualmente necesitaran estos humanos. Suena atroz y retorcido ¿cierto?, pero creo que es posible llegar a tal demostración de perverso egocentrismo. Sin ir muy lejos, actualmente existen los bancos de células madre, las cuales son tomadas de la placenta de la mujer al momento de nacer un niño con el fin de que puedan ser utilizadas en caso de alguna enfermedad o mal formación ¿podrá ser este el comienzo de una casta de superhumanos? Y si estas técnicas de clonación humana cayeran en manos de neonazis ¿dudarían ellos en algún momento reproducir a su gran líder? Aquí quedaría la duda si ese ser clonado tendría el mismo índice de maldad. También habrán quienes vean con cierto atractivo y beneplácito poder generar un clon de Marilyn Monroe, María Callas, Albert Einstein, Juan Pablo II, Walt Disney, etc.… ¿Es reproducible el talento o la inteligencia con la clonación? O más cuestionable aún, los padres que hayan perdido a un hijo, de tener a disposición estas técnicas ¿la utilizarían para obtener una copia idéntica de su ser querido fallecido injustamente? Como dijo alguien en una oportunidad “nada de lo humano me es ajeno”, así que todas estas posibilidades son reales y sólo son concebibles dentro de la verdad de lo correcto y ético de cada quien.


Entonces, ¿dejamos que el hombre siga utilizando la ciencia para experimentar con su  capacidad creadora?, ¿quiénes somos para limitar nuestra propia capacidad de crear? De poner límites ¿quiénes se los pondrían?, ¿sacrificaríamos la posibilidad de encontrar la cura a tantas enfermedades por imponer esos límites “morales”?, ¿será el hombre capaz de comercializar su propio ADN para replicarse a sí mismo por simple vanidad?, ¿estaríamos fomentando la discriminación al desarrollar “copias” de seres humanos perfeccionados? ¿Y si en un futuro no muy lejano estos clones, dotados con inteligencia y funciones potenciadas, lograran sublevar al resto de los hombres poniendo en riesgo nuestra propia existencia?, ¿hasta donde llegará el ingenio humano?.

Pienso que pasará mucho tiempo hasta que lleguemos a un consenso sobre todos estos aspectos que hacen de la clonación humana un tema tan controversial. Pero mientras el hombre se debate entre esas interrogantes yo espero encontrarme algún día con mi clon natural y así satisfacer mi curiosidad, quizá mi doble esté en otro continente, hable otro idioma y no sea tan fácil que podamos entablar una conversación. Probablemente descubra en él similitudes más allá de las físicas, así como las puedo tener con personas con las que no tengo ningún parecido físico. También me da curiosidad conocer como hubiese reaccionado la oveja que dio origen a Dolly al encontrarse de frente con su clon, sabiendo que ésta era toda una celebridad,  ¿Le habría dicho “Hello, Dolly!” en su lenguaje ovino? Pero de algo estoy seguro, antes de morir dejaré instrucciones precisas para que no se permita una posible clonación de mí, ya bastante tengo con este cuerpo imperfecto en vida como para considerar replicarlo, así sea mejorado.


Escrito por: Rafael Baralt