martes, 24 de enero de 2012

El Lado Humano de quienes viven con VIH

Desde que supe que en mi organismo habitaba un cuerpo extraño que poco a poco iba aniquilando mis defensas comencé a librar una feroz batalla contra ese poderoso enemigo y decidí no darle tregua a su avance de destrucción. Fue así como comenzó un proceso de aceptación y transformación de todo mi ser para darle fuerza a mi cuerpo y espíritu. No fue fácil sobrellevar esta pelea solo puesto que no tenía las herramientas. Busqué información, busqué ayuda y la conseguí en quienes menos lo esperaba. Gracias a esta experiencia supe identificar a mis verdaderos amigos y deseché aquello que no le aportaba valor a mi vida. La batalla siguió y se transformó en guerra, solo que ahora estoy más fortalecido y dispuesto a ganarla. Pero lo más importante es que en este nuevo andar por la vida advertí mi gran potencial como ser humano, de lo que soy capaz de dar y hacer por la humanidad, y por sobre todas las cosas descubrí mi gran capacidad de amar

Que mejor forma de comenzar este tema que con la profunda reflexión de un gran amigo a quien respeto y admiro por su gran calidad humana, y que vive con el virus del VIH desde hace unos 20 años. Así como él existen aprox. 34 millones de personas entre niños, jóvenes y adultos, que viven con esta condición de salud en todo el mundo (según cifras del unaids.org); en Latinoamérica se contabilizaron 1,5 millones para 2010 y la cifra sigue creciendo. Como bien se sabe este virus no discrimina entre sexo ni raza, y aunque se le ha relacionado con un mal exclusivo de los homosexuales se ha demostrado que la tendencia se ha revertido atacando a la población heterosexual por igual. Aquellos intentos de los movimientos homofóbicos y ultrarreligiosos por tratar de banalizar el VIH/SIDA etiquetándolo de forma despectiva como el “cáncer gay” o la ira de Dios sobre la “Sodoma y Gomorra del Siglo XX” se quedaron hoy sin argumentos para seguir manipulando a la gente con sus ideas llenas de odio y verdadera maldad. Recordemos además que el mismísimo Papa Benedicto XVI ha repudiado el uso del preservativo por considerarlo pecaminoso, y no fue sino hasta finales de 2010 cuando después de fuertes protestas tuvo que flexibilizar su posición, lo cual demuestra su total desagrado por el tema, atentando con desencadenar una epidemia mundial con sus retrógrados sermones.

Mucho se ha dicho y escrito sobre los avances, estudios científicos, tratamientos, etc., pero lo cierto es que hoy en día esta ‘enfermedad’ (y lo pongo entre comillas simples pues el VIH por sí solo no es una enfermedad) sólo puede ser controlada con medicamentos antirretrovirales los cuales son proporcionados gratuitamente por muchos de los gobiernos de países desarrollados y algunos en vías de desarrollo, los cuales han tenido que asignar recursos debido a la presión de grandes organizaciones que luchan por los derechos humanos. A su vez, el bienestar emocional de la población que vive con el VIH es un aspecto que ha quedado relegado a algunas instituciones y fundaciones sin fines de lucro que con muy poco presupuesto proporcionan servicios de asistencia y apoyo a quienes más lo necesitan, ya que adicional al problema de salud se encuentra el tener que luchar contra las adversidades y lidiar con la absurda estigmatización que se ha creado en la sociedad por relacionarla directamente con una ETS (Enfermedad de Transmisión Sexual), pero ¿Qué de la cantidad de casos de contagio por transfusiones de sangre?, ¿Qué de las otras ETS como la sífilis, gonorrea, etc.?, ¿Por qué estas últimas sí son mas “aceptadas” o “permisibles” por la sociedad que el VIH?. 

A diferencia del cáncer, que al ser detectado a tiempo tiene altas probabilidades de curación, el VIH se instala en el cuerpo humano para toda la vida, colocando a quienes lo portan en una situación de permanente zozobra por un eventual ataque al sistema inmunológico. Imagínense llevar eternamente a cuestas una bomba de tiempo a sabiendas que podría estallar en cualquier momento, pues es así como vive la mayoría de los individuos portadores de este virus. Afortunadamente, y gracias a los tratamientos antiVIH, es posible prolongar la calidad de vida de los seropositivos, aunque estos medicamentos pueden producir otras complicaciones por los efectos secundarios. También hay casos excepcionales de personas portadoras que no han tenido necesidad de tomar terapia antirretroviral debido a que su organismo ha mantenido controlado el avance del virus de forma natural. Es en estos casos poco frecuentes donde la ciencia ha enfocado sus estudios para desarrollar una vacuna. 

De cara a la sociedad, una persona con VIH está en su derecho de mantener en reserva el resultado de la prueba si lo desea. Esto se justifica debido a que aún existe mucha ignorancia y desinformación respecto al tema, pero es importante que sea honesto con quien mantiene una relación de pareja o de sexo, ya sea en la actualidad o a futuro. Es indudable que el miedo al rechazo está presente en el momento de comunicarle a la pareja o ser querido de su situación, pero es necesario. Si el otro decide seguir adelante con la relación será una prueba irrefutable de amor puesto que demostraría su disposición de apoyar sin prejuicios al ser amado indistintamente de su condición de salud y sin cuestionar la forma como adquirió el virus. 

Debido a que cada ser humano es único y diferente, cada uno puede reaccionar de distintas maneras cuando es diagnosticado con el virus del VIH. No obstante, hay un patrón emocional que se presenta comúnmente en ellos y que comienza por un duelo personal, ya que no es fácil para ningún ser humano, por más fuerte e inteligente que sea, tener que afrontar una expectativa de vida menor a cualquier otra persona, además del miedo al sufrimiento y al rechazo. El apoyo de los seres queridos (familia y amigos) es muy importante en esta etapa y en gran medida ayuda a sobrellevar ese difícil momento. A muchos les cuesta superar esta crisis que puede llegar a casos severos de depresión, lo cual hace indispensable una ayuda profesional. Una vez superada esta fase se puede caer en una etapa de negación o de aceptación. Hablar del primer caso ameritaría un análisis más profundo ya que la negación puede tener muchas aristas tan complejas como el mismo ser humano y se apartaría de lo que realmente quisiera resaltar con el desarrollo de este tema. Por otra parte, están quienes luego de sufrir esa situación de duelo pasan a la etapa de aceptación, es allí cuando el individuo toma conciencia de su nueva condición y, dependiendo de cada quien, se comienza un proceso de transformación que por lo general contempla mejoras en sus hábitos de salud y de conducta, tanto física como mental. Muchos han alcanzado altos niveles de realización personal como consecuencia de haber aprendido a conocerse más reforzando así su autoestima, lo cual es muy necesario para confrontar con éxito una sociedad que a veces puede llegar a ser muy cruel e intolerante por la falta de toma de conciencia. 

Pero es precisamente esa particular condición de vida lo que hace de ellos unos seres tan especiales, dotados de una gran sensibilidad y de un particular sentido de automotivación. El sólo hecho de tener conciencia de la importancia de mantener una vida sana y positiva conlleva indefectiblemente a que se conviertan en mejores personas, dándole un valor a la vida quizá mayor que cualquier otro ser humano con un organismo sano. Es algo así como haber tenido que lidiar con una muerte inminente con la posibilidad de tener una segunda oportunidad de vivir. Esto sólo es comparable con quienes han experimentado la muerte muy de cerca y que luego de superarla se conectan con un profundo sentimiento de gratitud, logrando vivir más intensamente que antes y disfrutando cada día como si fuera el último de su existencia. 

Las personas con VIH merecen un trato digno e igualitario, y no pretendo con este artículo catalogarlos a todos como víctimas inocentes, pero tampoco voy a juzgar las circunstancias por las que llegaron a contraer el virus ni el grado de responsabilidad en el hecho, ya que todos hemos cometido errores en nuestra vida. Por ello, no caigamos en el lugar común de estigmatizar, discriminar y señalar con el dedo acusador. Aceptemos a los demás como son, con su pasado y su presente para juntos construir un mundo mejor. No nos conformemos con nuestras creencias inculcadas que a veces no nos permiten ver más allá, atrevámonos a cuestionarlas de vez en cuando y ver si aún tienen vigencia en nuestra vida actual. Reencontrémonos con nuestra parte positiva, dejemos de ser simplemente jueces humanos y tengamos apertura para trascender a verdaderos “seres humanos” conectados con la bondad, la aceptación, la humildad, la compasión y la igualdad. Es mucho lo que se puede aprender de alguien que haya logrado superar una de las pruebas más duras que el destino le pueda presentar a un ser humano. Pero está en nosotros abrir nuestra mente y aceptar que nadie está exento de esta condición, ni siquiera creer en la fidelidad absoluta de tu pareja es garantía de ello. El VIH existe, y todavía falta mucho para una cura, pero hasta que eso no ocurra no perdamos la oportunidad de brindarle a quienes lo viven nuestra solidaridad, ganarnos su confianza y darnos el permiso de conocer su historia para aprender de ella. Es muy probable que descubras que estás enfrente de un ser maravilloso, digno de admirar y con una capacidad infinita para amar y ser amado.

Escrito por: Rafael Baralt

Cifras y referencias:
(2) Artículo de El País de España:

12 comentarios:

  1. Gustavo L. Martínez24 de enero de 2012, 19:33

    Luego de leer este artículo valiente, objetivo y totalmente orientado por el amor a la humanidad, mi fe en ella se reafirma. El VIH y cualquier otra situación especial de vida no sólo da la oportunidad de crecer a quien la sufre, sino también a los que pueden aprender de esa dura vivencia ajena y tener la posibilidad de apoyar a ese Maestro o elegir condenarlo, a costa de sí mismos y de su propia evolución. Como bien dices, Rafael, se trata de pasar de jueces a verdaderos seres humanos movidos por el amor y por la solidaridad. Honro la Luz y la Verdad que a través de tu persona se han expresado en cada una de las palabras de este artículo, que me conmueve profundamente. Y te doy las gracias en nombre de todos aquellos que amo y que son o fueron víctimas de esta situación de vida, porque gracias a la comprensión y al apoyo de personas como tú pudieron afrontarla y convertirla en el medio para convertirse cada uno "...en un ser maravilloso, digno de admirar y con una capacidad infinita para amar y ser amado".

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  2. Muchas gracias por tus palabras querido Gustavo, realmente aprecio tu sentir que es el mío propio.
     
    Quise con mi escrito llegar a la fibra de cualquier ser humano que honre la vida y la respete. Todavía queda mucho trabajo para seguir creando conciencia en la humanidad y éste es apenas un granito de arena, pero no de arena esparcida en el mar, sino de un reloj de arena que lentamente se va consumiendo porque tengo fe que el tiempo del “despertar” en la gente está cerca y sólo espero que tengamos la dicha de verlo.
     
    Un gran abrazo,
     
    Rafael

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  3. Excelente Rafael, por mi parte y con tu permiso, voy a compartir en nuestra pagina el enlace a tu excelente  tu articulo. Dios te bendiga  

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  4. Querida Alyzu, que gusto saber de ti… Muchas gracias por tus palabras, y claro que puedes compartirlo, de esa forma ayudas a difundir el mensaje.

    Un abrazo,

    Rafael

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  5. Hay que ser una persona muy evolucionada y sobre todo verdaderamente amada, para poder escribir un artículo como este, desde ese amor que sigue viendo esperanza donde la mayoría sólo ve un dolor que rechaza. Congratulaciones y adelante!

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  6. Muchas gracias Carlos Augusto, comentarios como el tuyo me inspiran a que siga escribiendo con todo mi corazón.
    Un abrazo,
    Rafael

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  7. Muy acertado este artículo, en los tiempos que corren y que tanto necesitan contar con menos teóricos y críticos estériles y más participantes solidariosy proactivos a favor de un mundo mejor para todos, donde no se excluya a nadie. uienes sólo hablan y no actúan, están subutilizando la oportunidad de vida que tienen. Me llamó poderosamente la atención el título del artículo, porque al expresar lo que a primera vista pareciera algo obvio, como es "el lado humano de quienes viven con VIH", esa frase clave," lado humano" lleva de inmediato a reflexionar acerca del lado inhumano que las personas víctimas del VIH/SIDA padecen por su misma condición especial de vida, condición que agravan hasta niveles de infierno los prejuicios, rechazos, ataques y críticas que parte de la población seropositiva todavía recibe de las personas menos evolucionadas del planeta. Y este no es un ataque, ni siquiera un juicio de valor, sino una descripción del lado oscuro de dichas personas que se define por sí misma. Gracias por publicar mi comentario. 

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  8. Me gustó mucho este artículo, verdaderamente toca lo humano de la situación y del lector.Si alguien no se conmueve no es humanos XD. Me gusta como escriben y los temas que escogen le sirven a uno para pensar,gracias

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  9. Gracias a ti Hamish, siempre serás bienvenida a este espacio del libre pensamiento. Hoy estamos colgando un nuevo artículo sobre otro tema polémico.
    Un gran agrazo,
    Rafael Baralt

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  10. Muchas gracias a ti Hamish, tus comentarios serán siempre bienvenidos en este espacio del libre pensamiento. Hoy estaremos posteando un nuevo artículo polémico, contamos con tu participación.
    Un gran abrazo,
    Rafael Baralt

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  11. Acabo de leer todos los contenidos de este blog y este es uno de los que mas me llega por la razon que halla sido escrito refleja mucho amor y mucha grandeza de alma. Yo tuve un hermano que se murio de sida hace 11 años y todavia lo recuerdo como la gran persona que fue,asi que gracias por que hay gente como ustedes que se ve que son tan unidos y que hacen lo que pueden por ayudar a los demas.Es un gran recurso para eso. Saludos y gracias.

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  12. Amigo, tu comentario también me llega mucho ya que imagino lo difícil que tuvo que ser la pérdida de tu hermano. Gracias por captar la esencia del escrito el cual fue hecho con mucho cariño para todo aquel que esté dispuesto a ver y conectarse con su parte espiritual. Tú también reflejas grandeza de alma con tus palabras.
     
    Muchas gracias y recibe un fuerte abrazo,
     
    Rafael

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